Thursday, September 10, 2009

Quemando inspiración

Me sobran motivos para volverme loco.
Y me falta cordura para dejar de pensar de esta manera.
Ya no existo de la forma en que solía.
Busco un propósito que a veces me parece ultraterreno.
¿Por qué mi realidad se ve distorsionada?
Sueños de paz me confortan, pero son ilusiones lejanas.
No dejo de fantasear con el futuro.
No dejo de jugar con él. Tan dulce, tan prometedor.
Tan lindo el futuro.

Dedos

Muevo los dedos, como articulando una tonada.
Y me repito una y otra vez que jugando llegaré al cielo.
Porque me lo dicen. Porque me lo pongo enfrente.
Porque el fantasma que yo mismo creé me visita y
me canta al oído. Me acaricia la cabeza y me conforta.

Saca ya los ojos de la caja. Es momento de empezar a caminar.
Mete los dedos como en una taza de té. Frío.
Helada su respiración, me llena de ideas, ésas que busco
despierto a las dos de la mañana.

Guía mi mano a través del lienzo, plasmando lo que
siente, a través de mí. Me da consuelo para seguir viviendo.

Eres cruel y te necesito, y debo confesar que me encantas por lo que haces.

Soplando memorias, pongo mis ilusiones en papel,
las enrrollo, quemo un extremo e inhalo el humo que liberan.
Pienso en lapsos delirantes. Sonrío a ratos cansados.

Me gustas porque sueñas, y me haces soñar. Me gusta ¨eso¨ que me haces sentir y
¨aquello¨ que me haces hacer. Me gustan esos ojos de cielo, que existen sólo en mí,
que yo miro y que me dan la percepción...

Trip

Afuera suena esa música pasional que nos mueve. La noche susurra
canciones que me hacen cerrar los ojos y sonreír.
Mira, y ahí abajo, la marca borrosa de tus dedos se ha ido.

Mira

Puedo estar en paz cuando siento que las lágrimas no
manchan, sino que purifican y dan sentido a lo que ya
parece no tenerlo.